lunes, noviembre 03, 2008

Hacer las cosas mal por querer hacerlas bien

El problema no es la regulación en sí misma, es la mala regulación. Esto se repite hasta el cansancio y nuestro país es cada vez más jugoso para encontrar ejemplos.

Hoy La Nación nos brinda otro caso:
En teoría un plan de ordenamiento territorial es beneficioso. Sobre la base del conocimiento científico, sobre estudios previos, sobre sistemáticas evaluaciones y controles, el Gobierno decide el uso del territorio al definir los distintas posibilidades de explotación para cada área. Es acertado toda vez que se quiera conservar la biodiversidad, fomentar la producción, la innovación y el empleo sustentable, bajo un esquema de incentivos acorde.

El problema es cuando faltan todos los prerequisitos. A nivel mundial son escasas las evaluaciones posteriores con lo que dificilmente se pueda cuantificar los resultados del ordenamiento territorial implementado. A nivel local ni siquiera contamos con estudios previos que demuestren el mal uso del territorio con lo que cualquier ordenamiento se basará en el prejuicio del funcionario de turno.

Asimismo, donde en teoría han sido exitosas estas experiencias, sus condiciones iniciales son diametralmente opuestas a las argentinas: alta densidad poblacional, urbanización del "campo", municipios de tamaño relativo pequeño, frondosos estudios previos, alto nivel cultural medioambiental, historia de activa participación de la población, etc etc etc.

Asimismo, los escasos ejemplos de OT aplicados en Argentina han fallado de acuerdo a un conocido trabajo de Juan Rodrigo Walsh (El ordenamiento territorial como presupuesto mínimo de protección ambiental).

En fin, querer ordenar el uso del territorio me parece fundamental, pero antes de llegar a ello hay que tener en claro que no se puede hacer de la noche a la mañana cual medida de gobierno gestada en el Calafate. El riesgo de cometer errores es muy alto y afectar la libertad de empresa amparados en un instrumento mal diagnósticado y peor ejecutado puede ser muy peligroso.

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3 Comentarios:

At 5:08 p. m., Blogger Daniel said...

Totalmente de acuerdo Abuelo. Hay que tener en cuenta el entorno y calidad institucional antes de dejarse llevar por las buenas intenciones.
Hace algunos años trabajé en Paraguay sobre aspectos económicos e institucinales en biotecnología para un organismo internacional. Una regulación reciente, creada por presión de las ONGs ambientalistas (muchas de ellas financiadas desde Europa)fue la implementacion de una "licencia ambiental". Los funcionarios del recientemente creado ministerio del medio ambiente, en una pequeña y precaria oficina, con minimo equipamiento y sin inmutarse me aseguraban que iban a regular TODAS las explotaciones agropecuarias del pais, autorizando cada campaña que se podia y no podia cultivar, tanto de especies tradicionales como OGM. Un dislate que no se sostenía bajo ningun punto de vista. Las posibilidades tecnicas de hacer un diagnostico adecuado a esa escala eran nulas.
Un titular del diario poco antes de partir confirmó mi intuición. Decía: "Investigan a jueces y funcionarios por corrupción en el otorgamiento de licencias ambientales"
saludos
D

 
At 6:21 p. m., Blogger Abuelo Económico said...

que buen ejemplo Daniel, gracias por compartirlo. Saludos

 
At 8:15 p. m., Anonymous Anónimo said...

¿Que no vendan más tierras en Formosa?...Pero si ya las vendieron a casi todas!! Es más, en algunos lugares de la provincia han cerrado rutas y caminos rurales que de uso común ha pasado a ser exclusivo de los 'desconocidos dueños'...o sea, que el ordenamiento territorial consistió en beneficiar a los latifundios. No me sorprendería que dentro de poco haya restricciones al sobrevuelo/tránsito aéreo en algunas de esas zonas, como ocurrió en alguna oportunidad en algunos campos del 'beduino', cerca de General Rodríguez (BA).
FRancisco

 

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