Las segundas partes nunca fueron buenas
La primera parte fue decidicamente mala. El razonable Alberto Fernández y, quizás, el propio Lousteau, eran desplazados una y otra vez por Moreno, vía Kirchner, quien tiraba toda la negociación a la basura. Así nos fue, todavía sentimos el frío que comenzó en aquél entonces.
Hoy se lee bien grande en Clarín:
Vamos a lo mismo? Esta vez el Fernández es Anibal, y también dio señales positivas frente al conocido reclamo ruralista. Peeeero ya aparecieron los policías malos y estarían minando el terreno. Si de la reunión de hoy no sale nada como la gente, mañana en la Rural de Palermo el discurso sería bien pesado y todos habremos atrasado 1 año sin nada aprendido en el camino.
No es muy difícil dejar contentos a todos, no hace falta ser muy original ni brillante. Pero, de nuevo, se trata de política. Néstor y sus últimos cartuchos por un lado, la mesa de enlace y su exceso de protagonismo por el otro.
No soy optimista. Espero equivocarme.
Etiquetas: paro agropecuario, sector agroindustrial
Abuelo: cómo anda?
Le comento otra posible visión sobre el asunto.
Es posibleque se esté "operando" para que un posible acuerdo, aunque fuera parcial, sobre ciertos temas, hoy, termine significando una derrota política de Moreno, con el fin de empujar su salida del Gobierno.
Creo que también puede leerse así.
No soy T., soy el co-blogger de Andrés el viejo.
Saludos
Mariano, es posible, pero también suena fuerte que hoy le van a dar resultados mínimos. El gobierno podrá decir que escuchó los reclamos del campo, el campo diría que son aspirinas. Seguirá el tire y afloje. De todos modos, el discurso del sábado está jugado.
Si el discurso ya está jugado, ¿para qué le van a dar algo más? Si le dan le pegan, si no le dan, igual le pegan. Eso también es política. Lo que es cierto, es que en las encuestas no le da muy bien a la Mesa, la gente se está pudriendo y aunque no pueda creerlo, ve bien que el Gobierno llame al diálogo. Así es la gente.
Hoy coincidimos en el tema
Por el contrario soy optimista
Edit
Yo tampoco soy exageradamente optimista, Abuelo, pero me parece que hoy la situación es otra.
Por un lado, no veo que el campo tenga el mismo apoyo por parte de la sociedad del que disfrutó el año pasado. No fue un tema menor, ya que le permitió sostener el enfrentamiento con el Gobierno, cosa que dudo que hubieran podido hacer solos. Pero en ese momento muchos se plegaron no porque estuvieran de acuerdo con La Rural (de hecho, muchos ni debían saber qué era la 125), sino porque fue el primer sector que representó un desafío real para un Gobierno que hasta ese momento parecía invulnerable. Para parte de la sociedad fue una manera de canalizar la bronca acoplandose al reclamo de otro sector. Hoy, con un Gobierno derrotado en las urnas y mucho más débil, me suena que este elemento no va a estar en juego y, si vuelven de nuevo a las posiciones intransigentes, la opinión pública va a ser más un viento de frente que de cola.
Por otro lado, acordémonos del teorema de Baglini. La oposición, sin rumbo a principios de 2008 contra un oficialismo imbatible, freerideo al campo y apoyó plenamente los reclamos. Hoy, con perspectivas reales de ganar en 2011 (sea el PJ o el ACyS), dudo que promuevan medidas que lleven a un agujero fiscal, como sería eliminar las retenciones a la soja.
En fin, soy moderadamente optimista. Aunque lamentablemente tanto K como la Mesa de Enlace siempre pueden depararnos sorpresas desagradables.