martes, diciembre 12, 2006

Match Point: 5 videos de descanso económico

5 videos increíbles del Gato Gaudio.

"Que mal la estoy pasando"
Las autocríticas de Gastón Gaudio en los partidos son, cuanto menos, asombrosas. El grado de sinceridad que expulsa en cada frase hacen que sus reproches suenen agradables. "Toda la vida jugando al tenis y no mejoré ni un poco" o "Qué mal que la estoy pasando", fueron algunas de las oraciones que gritó en Roland Garros y que quedaron marcadas. "Dije tantas pavadas; un libro puedo escribir con todo lo que dije", refelxinó Gaudio.



Sin pantalones
Algo que jamás se vio hasta el momento, Gastón lo hizo en el Abierto de Hamburgo. Como represalia por haber perdido un punto, Gastón se descontroló con su pantalón, con una consecuencia que causó gracia en el público, que con humor, decidió aplaudir al Gato, que quería seguir el partido con su prenda de vestir despedazada. Vean el video.



"Atendé Gastón...atendé Gastón"
Viña del Mar, febrero de 2005. Gastón venía de derrotar a su compatriota José Acasuso en cuartos de final y enfrentaba, por el pase a la definición, al español David Ferrer. Fue uno de los típicos matchs del Gato: con raptos de furia y vaivenes y raquetazos por el piso. En medio del partido, cuando estaba sacando comenzó a sonar su celular, que estaba en el raquetero. "¡Atendé, Gastón, teléfono!" se escuchaba desde un costado de la cancha. El ringtone, simpático, interrumpió el juego en dos ocasiones. En fin, cosas que sólo le pasan a Gaudio.



"Mami, papi, los quiero"
En contraste con ese jugador que se fastidia, gesticula, insulta y rompe raquetas dentro de una cancha, está el Gastón auténtico, emotivo, sensible. En la coronación de Roland Garros 2004, pronunció un discurso para guardar en la memoria. "A ustedes, mami, papi, los amo. Están en mi corazón y no vinieron sólo por una cuestión de cábalas", comenzaba Gaudio, mientras el llanto lo invadía y debía interrumpirse. Luego, diría: "a mi familia, a mis amigos, a mi novia, a mi ex novia...". Un grande. Honestidad brutal para el de Temperley.



Benditos calambres
Otro momento memorable de la final de Roland Garros frente a Coria se dio en la conferencia de prensa. En medio de la charla con los periodistas, donde reconocía, entre otras cosas que "en todo momento pensé que perdía el partido", el Gato -repentinamente- acusó un calambre. "¡Uy, me acalambré!", exclamó. Claro que el "calambre" duró segundos, tras lo cual el jugador, pícaro, sonrió. La referencia, claro está, era para Coria, que había los había padecido durante la final (a pesar de correr algunas pelotas como si no los tuviera) y a Gaudio no le cayeron nada bien.



Fuente: diario La Nación

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