Gob. K: Adam Smith, no. SAGPyA, ¿si?
¿Recuedan los distintos precios del trigo? (parte I y parte II).
En resumidas cuentas lo que el Estado quiso hacer fue subsidiar al molinero para que este pague el precio lleno (neto de retenciones) al productor (por encima de $420 la tonelada). De esa forma no se vería obligado a aumentar el precio de la harina al panadero ya que recibiría el subsidio cruzado de los sojeros para cubrir la diferencia ($420-$370).
Para lograr lo anterior el gobierno publicó varias resoluciones para instrumentar el mecanismo, muchas de las cuales corregían errores de su antecesora inmediata.
Algo más de una semana después, ¿se logró el objetivo?
No. Tal como muestra el cuadro a continuación, los nuevos precios del mercado de trigo no sirvieron en absoluto. El de referencia de 370 (Precio Moreno) no sirvió porque el molino sigue pagando $370 y el de SAGPyA de $420 tampoco porque nadie paga esa suma.
Conclusiones:
1) El productor sigue perdiendo $ 55 por tonelada vendida.
2) Los exportadores siguen ganando $55 por tonelada vendida.
3) El fondo creado nunca se aplicará para subsidiar porque no hace falta (el precio de mercado es igual al de Moreno)
4) La suba a la retención de la soja entonces careció de sentido
5) El Gobierno consigió U$S 400 millones adicionales para gastar en cualquier otra cosa.
Etiquetas: política agroindustrial, trigo
La cartelización continúa, y ya esta armada - y el día que, por ejemplo, los exportadores quieran pagar más - con la regulación de los certificados de exportación los tienen agarrados.
Agrego: hoy un conocido cuenta que llama al frigorífico Friar ( Reconquista, norte de Santa Fe, mayormente exportadores) y le dicen: no estamos comprando novillo pesado, no nos dan los certificados de exportación. Y Moreno baja precios máximos para la compra directa, cosa que ya hizo con Liniers (y desde entonces entra la tercera parte de la hacienda que entraba allí).
Ergo: Es lo mismo que en el 2005, pero ahora no se sube K a la tarima a despotricar contra la malvada oligarquía, las listas de precios estan pero nadie las firma, las restricciones a exportar estan pero asumen la forma de retraso burocrático, los aprietes estan pero en privado. la Administración se perfecciona en su estilo mafioso de administrar y el sistema de subisidios... hasta ahora un dibujito.
Ulschmidt, asi es, el discurso parece cambiar (o desaparecer en cierta manera) pero desde la gestión se sigue complicando al mercado. A veces con medidas explícitas (vía decretos o resoluciones), y otras discrecionales (demoras burocráticas injustificables).
Como en algún momento se discutió, a los fines de disipar la incertidumbre son mejores las primeras, pero éstas lejos están de ser la que muchos esperamos.
Ahora parece que para cobrar el subsidio hay que demostrar que quienes lo reciban retrotayeron los precios de sus productos a los vigentes en noviembre de 2006, sino ¡MIGNA!
Tenía razón Abuelo, los 400 millones de la soja van a hacer caja, no a subsidios.