…los une el espanto

Escriba me pincha para que escriba algo. Tiene razón, no puedo dejar de hacerlo. Pero no fue fácil acomodar las ideas y creo que todavía estoy dubitativo respecto del resultado.

Por un lado no se hizo nada nuevo. Lo que se acordó fue exactamente lo mismo que se dijo hace una semana. Y fui muy crítico al respecto. Por el otro lado hubo un fuerte gestó del Gobierno con la presencia y participación de la Presidente y se logró la firma de un acta. Pero ya se han firmado otras y nada pasó. Sigo esperando lo que importa, las resoluciones. No se habló de la resolución 543, tampoco de Cartas de Porte, no se lograron avances en retenciones. La posibilidad de una Junta quedó reducida a su mínima expresión, parece que la solicitada rindió sus frutos.

¿Pero entonces? Creo que ambas partes saben que lo que viene no es sencillo. Peor, es muy complicado. Ninguno de las dos partes se quiere comprar un conflicto y que, encima, luego le adjudiquen todos los males que de todos modos están por venir. Existe ruido en el ambiente, está pesado. Entre políticos por lo bajo resuena lo peor, lo que nadie desea. Entre economistas sucede lo mismo, los pronósticos en privado no son los mismos que los que se publican. Quizás no sea para tanto en ninguno de los dos ambientes, pero el humor es ese.

Creo que lo de ayer no hay que entenderlo desde sus implicancias para el sector sino que hay que mirar desde el llano, como un ciudadano cualquiera. Se compró tranquilidad. No hay que sumar malestar, menos aún sembrar más incertidumbre.

No los une el amor.