Un poco por aca, otro poco por alla.
Primero fue Stiglitz en Clarín del domingo. Luego fue Phelps en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Los muchachos, ningunos caidos del catre (dos premios Nobel), golpearon ahí donde duele. Lo llamativo es que si a priori se hubiese encuestado sobre que dirían, el promedio pensaría que serían bastantes amistosos con la política económica argentina.
Es evidente que la cosa está caliente, al menos para los afortunados que no sufrimos cortes de luz y/o gas.
Mejor me voy a ver Roland Garros. Saludos.
Etiquetas: economía argentina, economistas, precios
posted by Abuelo Económico @ 10:51 a. m.
4 comentarios
abuelo, se le están empezando a animar al pinguino: stiglitz, feinmann (el otrora intelectual K) en Pravda/12... ya no es lo que era.
Roland G. jaja, si no llueve!
También estuvo fuerte Phelps con la referencia a Mussolini. (Aunque debo admitir que estos Nobel que sólo por recibir ese discutible premio creen que tienen licencia para opinar sobre cualquier cosa en este planeta me hinchan un poco. Basta rascar un poco la superficie para ver que Phelps no está siguiendo en detalle a la economía argentina.)
Según El Cronista, el "heterodoxo" Leijonhufvud también aportó lo suyo: "La naturaleza de la inflación es principalmente monetaria", comentó y agregó que "lo importante es por qué no se hace más para combatirla, y es aquí donde entran en juego factores estructurales y políticos".
lilita, a mi también me llamó la atención lo de P/12.
Pampa no se ponga así que los pronósticos ya están anunciando mejoras...
FT, lo de Mussolini fue para que alguien le responda con algo de fuerza en sus argumentos pero por lo visto nadie se animó. Lo del amigo de apellido dificil, gran amigo de varias cátedras en la UBA fue lo otro que me llamó la atención. Será que ambos no fuimos y leimos los mismos diarios...
Lo criticable me parece es que no hayan permitido que una mayor cantidad de estudiantes pudiera participar. Hoy escuche varias quejas al respecto y tienen razón. La FCE tiene que aprovechar el haber podido traer a estos economistas y foguear de alguna manera a sus alumnos.