miércoles, enero 16, 2008

Soberanía Alimentaria: Nada mejor que un buen diagnóstico

Antes de comenzar el post, aprovecho para recomendar el site ITF –Iniciativa para la Transparencia Financiera- el cual tiene como director a Damill y Frenkel, y como coordinador a Alfredo Zaiat. En el Consejo Asesor no faltan apellidos de peso.

El último trabajo colgado del site tiene escasa relación con lo financiero pero ha sido incorporado como “debate de actualidad”, se trata de la soberanía alimentaria y fue escrito por Zaiat. Debate válido desde el vamos ya que el tema es de vital importancia y de extrema actualidad mundial pero tiene muy poca prensa.

Ante la situación por todos conocidas que puede resumirse en: incremento de demanda de commodities, determinados shocks de oferta, suba de precios de los alimentos, Zaiat lista las herramientas de intervención a las cuales el gobierno argentino apeló para contener lo que se ha dado en llamar agflation. Aún reconociendo sus pobres resultados, regala un manto de piedad al justificar las medidas tomadas en que ante este “nuevo” problema, los distintos gobiernos están en un proceso de que podríamos llamar de learning by doing. En el este proceso se avanza, se retrocede, se aprende, se mejora, y así, con la experiencia de los resultados, se irían ajustando los mecanismos.

Dejando para otro post si el proceso es nuevo o no, y si las medidas listadas se han usado por primera vez en estos tiempos o si tienen historia (y con resultados comprobables), me parece que el diagnóstico que aborda demuestra malas interpretaciones que, como en el mismísimo caso de la inflación mal medida por el INDEC, pueden llevar a cabo políticas subçoptimas basadas en errores de base.

Señalo algunos puntos de interés:

- Zaiat supone que soberanía alimentaria es lo mismo que seguridad alimentaria desconociendo las diferencias entre ambas y que, en todo caso, la seguridad alimentaria es parte constitutiva de la soberanía alimentaria.

- Zaiat expone esa vieja cifra por la cual se asegura que Argentina produce alimentos para 300 millones de personas y sin embargo no somos capaces como país de alimentar correctamente a 40 millones. Ese argumento desconoce que Argentina produce más intensivamente commodities para producir alimentos que alimentos en sí mismos. Basta mirar las cifras de comercio exterior para corroborarlo. Si uno va a un campo, abre una tranquera, y mira, encontrará granos de maíz, trigo, soja y girasol, entre otros. Si abre un silo encontrará lo mismo, pero apilados uno encima del otro esperando ser exportado en muy buena medida. Lo que seguro no encontrará son cajas de fideos, ni con carne, nada de golosinas ni barritas de cereales, no encontrará aceites ni nada que se parezca a un supermercado. Todo eso lo logrará luego la industria procesadora de alimentos quien tendrá el desafío de llegar a todos los lugares donde haya consumidores, con capacidad adquisitiva, por supuesto. Entonces el problema se vuelve distributivo, no de oferta. Argentina produce excelentes alimentos, de muy buena calidad y a un muy bajo precio. Nadie en su sano juicio propondría importar a gran escala porque no cerrarían los números jamás. Eso habla por sí solo sobre nuestra buena relación precio/calidad. Casualmente, este largo párrafo lo copié de un viejo post el cual se originó en una nota en P/12 del mismo Zaiat, quien me había citado.

- Asume que en argentina un “importante porcentaje de los 40 millones de habitantes no pueden alimentarse correctamente”. Al respecto vale recordar que para el propio Ministerio de Salud de la Nación ese no es un problema de salud pública. Sí en cambio lo es el sobrepeso.

- Aborda el debate de los biocombustibles. Considerando el maíz (principal grano al que apuntan los cañones), sólo se utilizan 92 millones de toneladas o menos del 9% de la producción mundial de granos forrajeros.

- Cuando da ejemplos de agflation, cita el caso argentino del tomate y el boicot de compra. Al respecto, vale recordar lo que dijo en su último informe de inflación nuestro propio Banco Central: fue un shock de oferta. Como tal, normalizada la oferta, los precios responden. Fue lo que pasó.

PD: El problema técnico que tuve no se debía a los caracteres del post sino a los caracteres utilizados en los tags. Evidentemente había seleccionado muchos y superaba ese límite impuesto por blogger. Gracias Sebastián por el comentario.

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sábado, julio 14, 2007

El campo, de fiesta (P/12)


Manolo me avisó antes que leyera los diarios, Zaiat, en su nota de hoy, citó este blog y el de Mariano. En seguida fui a leer la nota (link) y me pareció muy buena además de generosa para conmigo. Así que reconociendo ello, hago algunos no tan breves comentarios.

Si bien Zaiat desestima o minimiza cuestiones por considerarlas coyunturales y en realidad son de verdadero impacto en “la diaria” de muchos, sobre todo de aquellos que operan en el margen, es muy preciso a la hora de señalar una gran limitante de cara al futuro del sector: la infraestructura. Y carga las tintas tanto en el sector privado como en el sector público. Coincido, si bien son obras públicas donde el Estado tiene la responsabilidad de su lado, la pelota también se encuentra en el terreno privado, es una responsabilidad de todos asumir estos temas como los grandes temas y mirar un poco más allá. Me queda la satisfacción o alivio de conocer muchos informes, extensos, dónde el sector privado ha detallado cuáles son las obras prioritarias, inclusive con cálculos de costos y maneras ingeniosas de solventar el gasto, pero es una cuestión donde ambas partes deberían proponer un programa de trabajo conjunto donde, al menos por un rato o en esa mesa de negociación, no se hable de gasoil, gas, retenciones etc.

La nota luego fluctúa entre tres grandes temas: 1) quién se queda con la renta de la tierra, 2) la distribución de la tierra y 3) soberanía alimentaria.

En relación con la renta, en este blog y en el de Mariano se ha dicho mucho. No quiero repetirme. Pero muchas veces se confunde con ganancias normales, distribución de los beneficios a lo largo de la cadena, y libre competencia por el ingreso y diferentes formas de participación en el mercado agropecuario.

Respecto de la distribución de la tierra es un tema a estudiar mucho más en profundidad que lo hecho hasta el momento por la bibliografía especializada. Desde los inicios mismos de nuestro país, la tierra se ha ido democratizando de manera notable, extensiones cada vez más pequeñas con mayor cantidad de dueños y diferentes formas de participar en la producción de las mismas en juego. Cada vez es más sencillo, ni siquiera hace falta conocer una hectárea más allá de la General Paz. Más que enfocarme en este problema, pasado de moda a mi juicio, me interesan más los nuevos fenómenos que se explican de manera clara desde el punto de vista de la eficiencia económica pero que a nivel espacial y sectorial generan distintos ganadores y perdedores que aún no hemos podido analizar del todo. La tierra no se ha ido concentrando como muchos suponen, sino que lo sí se ha ido concentrando es la oferta de lo que esas tierras producen.

Por último, la soberanía alimentaria. Zaiat expone esa vieja cifra por la cual se asegura que Argentina produce alimentos para 300 millones de personas sin embargo no somos capaces como país de alimentar correctamente a 40 millones y, peor aún, señala la competencia (que no es tal) entre alimentos y biocombustibles. Respecto de la competencia biocombustibles vs. Alimentos aquí se dijo hasta el cansancio que no era cierto y que llevado al extremo podemos pensar tranquilamente que la oferta agropecuaria se expandirá incluso generando alimentos a un menor precio. ¡Van a sobrar proteínas si destinamos el aceite a los autos! Pero me interesa más el primer dato, la cifra de 300/40. De por sí es engañosa. Argentina produce más intensivamente commodities para producir alimentos que alimentos en sí mismos. Basta mirar las cifras de comercio exterior para corroborarlo. Si uno va a un campo, abre una tranquera, y mira, encontrará granos de maíz, trigo, soja y girasol, entre otros. Si abre un silo encontrará lo mismo, pero apilados uno encima del otro esperando ser exportado en muy buena medida. Lo que seguro no encontrará son cajas de fideos, ni con carne, nada de golosinas ni barritas de cereales, no encontrará aceites ni nada que se parezca a un supermercado. Todo eso lo logrará luego la industria procesadora de alimentos, en muy buena medida local, y quien tendrá el desafío de llegar a todos los lugares donde haya consumidores, con capacidad adquisitiva, por supuesto. Entonces el problema se vuelve distributivo, no de oferta. Argentina produce excelentes alimentos, de muy buena calidad y a un muy bajo precio. Nadie en su sano juicio propondría importar a gran escala porque no cerrarían los números jamás. Eso habla por sí solo sobre nuestra buena relación precio/calidad. ¿Le podemos asginar algún grado de responsabilidad al campo? Quizás sí, pero más por una responsabilidad moral que otra cosa. En todo caso tiene la gran fortaleza de estar en todo el país, estén donde estén las necesidades, seguramente muy cerca existirá alguna producción agropecuaria. SI cada uno, desde su lugar, hiciera un poquito quizás la realidad sería otra. Pero no podemos relacionar esos 300/40, no es justo ni es cierto. Todo esto sin entrar para agregar más pimiento al debate a decir que en Argentina la desnutrición es muy baja, el principal problema es la mala alimentación (exceso de grasas y déficit de determinados nutrientes), tema que me abre todo un nuevo debate de política alimentaria que retomaré en breve pero que ya he dedicado varios posts.

En fin, gracias Zaiat por citar este blog, tu nota disparó todo lo anterior.




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viernes, junio 29, 2007

Joven economista argentino

Si tienes entre 22 y 26 años y estás empezando a trabajar profesionalmente, piensa bien donde te desempeñas, quizás quedés marcado con tinta indeleble.

Acerca de los ministros de economía, hoy Zaiat escribe:

El (actual) ministerio (de Economía) no fue alquilado al establishment. No está en manos de un delegado de la Fundación Mediterránea (Cavallo), de uno de la ultraortodoxa Universidad Cema (Roque Fernández), de uno de la liberal Fiel (López Murphy), de un Grupo Económico (Roig y Rapanelli, de Bunge & Born) y ni de un conspicuo miembro de la Sociedad Rural (Martínez de Hoz).
Ejercicio para entretenerse un rato: piensen los ministros que dejó de lado en el mismo período de tiempo que parece abarcar con su enumeración.

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sábado, enero 13, 2007

Lectores de página/12

A los lectores de Página/12 que llegan al blog por esta nota




Hagan click aquí para ir al post citado por Zaiat.

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lunes, agosto 28, 2006

El abuelo en Página12

Un saludo para Alfreado Zaiat que en el cash del domingo citó al blog. Resulta interesante que los medios tradicionales analicen fenómenos nuevos de comunicación sin prejuicios. Supongo que Zaiat debe ser uno de los únicos que se animan.

Sólo un comentario voy a hacer. No estoy seguro si es el caso, pero si cualquier persona quiere escribir anónimamente, quizás para mantener cierta libertad respecto de su trabajo habitual, no resulta deseable que se divulgue quien o quienes están detras de un nombre de ficción. Quizás de ese modo obligan a volver a cierta seriedad y solemnidad para con la ciencia que de otro modo no tendrían. Justamente va en desmedro de la riqueza del fenómeno blog señalada.

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