¿Perla blanca, gris o negra?
El otro día
escribí una muy rápida opinión respecto del acuerdo de la exportación con el gobierno. Mi visión crítica, pero favorable, despertó la atención de muchos –diría todos–, incluso de mi mismo, ya que nada de lo escrito y firmado implica cambios urgentes y obliga a confiar en un gobierno desprestigiado por la falta de puesta en funcionamiento de sus miles de anuncios. Hoy voy a escribir algo más en detalle.
1)
El acuerdo fue firmado por la gran mayoría de las empresas exportadoras de granos, por la industria molinera y por el Gobierno (Guillermo Moreno, Debora Giorgi y Emilio Eyras). No participó la producción (Mesa de Enlace ni tampoco las entidades de manera independiente). Incentivar las expos agropecuarias per se
sin incorporar como parte estratégica a la producción en el contexto de alta conflicitividad con el campo me parece un despropósito.
La culpa le cabe a las 3 partes (productores, gobierno y exportadores), ya que ninguno hizo sus mejores esfuerzos para que la triada firme algo conjunto.
2)
El acuerdo prevé que los registros de exportación de trigo y maíz, que administra la ONCCA, estarán disponibles y abiertos de manera permanente para las empresas que adhirieron al convenio. Esta es la clave que me permitió ser optimista la semana pasada. El GRAN problema agropecuario son los registros cerrados ya que limitan la competencia y desinflan los precios. Hoy, con registros cerrados, el productor mira a cuánto vendió y a cuánto debió haber vendido en condiciones normales cuando, encima, en muchos casos va a pérdida. Eso es insostenible y no casualmente la cosecha de trigo es la menor en 109 años y la de maíz en más de 20.
Pero a cambio de registros abiertos,
¿qué se sacrificó?3)
Aseguramiento del abastecimiento interno:
a. Se determinó un consumo interno de trigo de 6,5 millones de toneladas de trigo y de 8 millones de maíz. Esa suma está asegurada ya que las empresas firmantes así se comprometieron.
b. ¿Qué implica? Que si bien no hay registros en los últimos 30 años de escasez para el mercado interno, la mercadería no estaba asegurada para nadie con lo cual la demanda debía competir palmo a palmo por cada grano. Hoy está asegurado por lo que las demandas internas (feedlot, molinos, porcinos, aves, etc.) no tendrán el más mínimo apuro por abastecerse ni necesidad de salir a competir por originar mercadería toda vez que cuando se la necesite siempre habrá un exportador obligado a cumplir con su compromiso.
c. ¿Y los precios? El acuerdo obliga a los firmantes a pagar el “precio teórico” (FAS de paridad menos flete) pero nadie obliga a que los no firmantes paguen menos. Con mercadería asegurada y sin obligación alguna de pagar el FAS de paridad, se abre la posibilidad de que
las demandas internas paguen valores inferiores al que la exportación está en condiciones de ofrecer pero sin posibilidad de comprar por el seguro de cantidades.
4) Precios de pizarra: los precios pizarras se publican a diario (salen en diarios, radios, lo publican todas las Bolsas, las casas corredores, los acopios, etc), y son muuuuy utilizados para cerrar los contratos de compra venta de granos, fundamentalmente de aquellos entregados bajo la modalidad “a fijar”. Desde que convenios anteriores establecieron la modalidad de pagar a FAS teórico, estos precios se han dejado de publicar debido a que ya no son representativos del mercado (no cumplen los requisitos mínimos). Ergo,
el mercado se quedó sin referencia de precios. Este convenio mantiene el inconveniente y es un problema de vital importancia.
5)
Cuestiones formales:
a. El acuerdo habla de “condiciones normales y habituales de mercado”, ¿Cuáles son? No queda claro. El mercado se maneja eficientemente con lo que se llama “Condiciones Cámara”, sin embargo no se las nombra.
b. El acuerdo dice que se facturará con el precio del día anterior. ¿Cuál día anterior? ¿El de concertada la venta? ¿El de entrega del físico?
c. Cuando se comercialice vía mercados de futuros al precio también se le deberá aplicar el más-menos flete. ¡El tema es que el precio del futuro con entrega ya lo tiene incorporado!
Éstas son
tres cuestiones formales que el mercado puede dar solución pero son
cabos sueltos que pueden complicar la operatividad del esquema.6) Efecto:
“el pasado me condena”: Antes de este acuerdo se habían rubricado 3 acuerdos marcos: dos para el trigo y uno para el maíz. Uno el 4 de mayo del 09 y dos el 16 de junio de 2009. Ninguno de los tres funcionó, ni siquiera un poco. Lo firmado fue letra muerta mucho antes de cumplir 1 semana. Peor aún, sus efectos nocivos sí funcionaron (recordar mención anterior de precios pizarras). En este caso, ¿por qué debería funcionar?
7) Perla blanca: Un optimista eterno me preguntaría: ¿Pero y si esta vez funciona a pesar de los puntos en contra?
a. El productor vendería 6,5 millones de tn de trigo barato y 8 millones de maíz barato.
b. El tema es que de trigo llegaremos a 7,5 millones. Ergo, el productor vendería “bien” el 13% de la cosecha 09/10. De maíz llegaríamos a 12 millones; se vendería “bien” el 33%.
c. Dicho de otro modo:
la producción mal-vendería el 67% del maíz y el 87% del trigo.8) ¿Y entonces Abuelo? Primero
me pregunto por la alternativa. Hay una pero no es muuuucho mejor: quitar la harina que va a exportación del cepo interno y llevar el corte de 6,5 a 4,5/5 millones. Algo es algo. La otra es la mejor y es creer en el mercado, como se hizo durante más de 30 años, sin problemas de abastecimiento. Pero ésto último es muy poco probable que suceda por la ideología del Gobierno de turno. Peeero, y aquí viene la clave, si Dios quiere y todo mejora un poco, los precios deberían mantenerse en buenos valores, aunque inferiores a los actuales, y con un clima más benigno. Entonces no sería raro esperar una mejor cosecha 2010/11. En ese contexto, el “miedo a la escasez” debería desaparecer y permitiría tener un mercado mucho más dinámico en el contexto de registros abiertos y, quizás, con menos mercado interno asegurado luego del –ojalá ocurra- convenio exitoso 2009/10.
En definitiva, el firmado es un convenio que viene a mejorar un sistema espantoso. Como las restricciones son muchas, lo acordado mejora un poco, muy poco, pero mantiene restricciones que afectan fuerte a la producción. Creo que hay que bancar otra campaña más –sí, otra más– y recién en la 2010/11 quizás se haya desarmado el embrollo en que estamos metidos.
Es un acto de fe, pero es lo mejor que veo al alcance. Espero un iluminado que me señale un mejor camino.
Etiquetas: sector agroindustrial