Cómo es y cómo debería ser la dieta argentina
Si el blog tuviera secciones, sin dudas que "Respondiéndole a Oti" sería una. Y la verdad es que está muy bueno, porque Oti obliga a pensar y repensar las ideas.
La semana pasada escribí este post en donde intenté discutir acerca de la efectividad de los subsidios a los sectores más carenciados. El cuadro con datos era muy bueno y pensé que el debate sería interesante.
El debate fue interesante pero el punto que intenté señalar pasó casi desapercibido ya que en los más de 20 comentarios que el post hasta el momento recibió el tema central fue otro.
Oti intordujo su hipótesis por la cual la producción de alimentos en Argentina es levemente menor, igual o algo por encima respecto a hace unos años pero la disponibilidad interna per cápita de alimentos es menor por el doble efecto de crecimiento poblacional y de mayores exportaciones. (la comparación la hace con 1974)
Suponiendo que está en lo cierto deberíamos preguntarnos si la alimentación de aquel entonces era la correcta y si la de hoy lo es.
Datos de entonces no tengo pero si muchas percepciones. Pero vamos a la de hoy primero.
El argentino promedio consume cantidades correctas de acuerdo a un perfil nutricional saludable en solo dos categorías: cereales y lácteos. Las restantes 4 consume muy mal, veamos:
Categorías/problema:
Hortalizas y Frutas: déficit
Carnes: exceso
Aceites vegetales: déficit
Productos concentrados en azúcares y grasas: exceso.
En otras palabras, si realmente hay menos carne que antes no es un problema porque aún así las consumimos en exceso (por algo la incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes y determinados tipos de caner es tan alta).
Si consumimos menos cereales tampoco lo es ya que esa categoría señaló un consumo adecuado.
En cambio, consumimos muchos productos concentrados en azúcares y grasas y por eso la incidencia de las enfermedades mencionadas y de obesidad.
Por otro lado, de los productos que le preocupan a Oti (carne, maíz y trigo) Argentina tiene un exceso de oferta por lo que en todo caso es un problema de precios relativos y/o demanda. De este modo volvemos al punto del primer post citado: ¿sirven los subsidios tal como están planteados? ¿Son eficientes? ¿Se pueden mejorar? ¿Cuáles serían otras políticas parar mejorar el acceso a la alimentación?
Por todo esto es que a mi entender el problema es una cuestión distributiva y de demanda, no de oferta.
Etiquetas: alimentación, nutrición, oti, política agroindustrial