Ante el rimbombante subtítulo de “¿Qué le conviene exportar a la Argentina: PC o soja?, el diario BAE publica hoy un extensa artículo de opinión de Aldo Ferrer.
Escribo a continuación mis comentarios a algunas de las ideas allí expresadas.
Primera nota aclaratoria: quiero decir que supongo (y espero) que dicho subtítulo haya sido puesto por algún editor bastante prejuicioso y poco conocedor del debate de fondo.
Segunda: en la web del diario no encontré la nota publicada y el site del Plan Fénix no funciona. Si alguien tiene acceso al Profesor (con mayúscula), por favor sería bueno le pida el texto y me lo pase así lo cuelgo en el blog para que pueda ser leídos por todos. (Estoy pensando en Tavos pero quizás haya otros que puedan hacerme el favor).
Tercera: el post anterior a este lo escribí antes de leer la nota. Los astros deben estar alineados :)
Cuarta y última: post laaaargo, a lo Elemaco. Sepan entender.
Argumentos:
1) El Profesor comienza su argumentación (como siempre impecable) señalando que los precios relativos no son lo importante sino que lo es la remuneración al capital y al trabajo en cada actividad. Entonces, continúa, las ganancias y los salarios pagados por la microelectrónica pueden crecer a pesar de que los precios finales bajen ya que la productividad aumenta y sus costos bajan más que los precios.
1 respuesta) Decir que los precios relativos no son lo importante es cambiar de base el pensamiento económico reinante. ¡Durante décadas se dijo exactamente lo contrario! Los precios relativos son vitales porque definirán qué y cómo vamos a producir. Y estos por más que se los intente influir estarán regidos por los vigentes a nivel mundial. Ir en contra de los mismos es nadar contra la corriente, perder tiempo, dinero y la oportunidad de nadar a favor, más rápido y con un menor esfuerzo. Pero aún dejando el punto de lado, el ejemplo que se cita no es feliz. El profesor se basa en dos argumentos según su marco teórico: (a) se producía alimentos en países con alto desempleo por lo que las ganancias de productividad provocaba descensos de precios, mientras que en los otros sectores incrementaba la retribución de los factores ya que se producía en países desarrollados con bajo nivel de desempleo, y (b) la elasticidad ingreso de la demanda de alimentos es menor a 1. Sin embargo, desde aquellas ideas que originaron dicho marco teórico el mundo siguió girando y hoy países como China e India son demandantes crecientes de alimentos (y con tendencia cada vez mas fuerte), al tiempo que son exportadores crecientes de bienes manufacturados, como computadoras y teléfono celulares. Al respecto se puede ver esto
aquí. Como a su vez estos países tienen una baja calificación de mano de obra y tienen alto desempleo, el argumento esgrimido por Ferrer se dio vuelta por completo y lo que antes provocaba que las ganancias de productividad sólo fueran captadas por los países productores de manufacturas (vía ganancias o salarios) ahora van directo a disminuir precios. En cambio, quienes realmente pueden recibir esa mejora en la retribución de los factores son los que innovan, diseñan, imaginan, idean y también fabrican, pero por muy pocos años. Luego el derrotero que siguen es enviar las fábricas a países con alto desempleo y mano de obra barata para producir lo que ellos ya han “exprimido”. Un maquila versión 2.0. Por el contrario, con los precios agrícolas pasa lo contrario. Estas industrias en países de alto desempleo generan toda una masa de nuevos consumidores que comienzan a alimentarse mejor demandando más y más alimentos, proceso que provocó que la taba se diera vuelta a favor de los alimentos.Asimismo, vale destacar que el sector agropecuario ya es sólo productor de “alimentos”. Hoy produce energía (limpia y renovable), bioplásticos que se utilizan en notebooks y celulares, etc., quiero decir que la misma producción agrícola es aguas arriba industrial en el sentido más moderno de la palabra. Por último, respecto de la cuestión de la productividad, existe un trabajo del Banco Mundial muy interesante y que recomiendo su lectura “De los recursos naturales a la economía del conocimiento” donde se reseña un trabajo de Martín y Mitra el cual mide la productividad total de los factores en el sector manufacturero y en la agricultura para países en desarrollo y para países desarrollados a lo largo de 25 años, llegando a la conclusión de que sin importar de qué tipo de país se trata, el sector de la agricultura registró ganancias de productividad mayores.
2) Según Ferrer, en el fondo, la Teoría de Prebisch y Singer planteaba que lo importante es si la especialización de un país en términos de la división internacional del trabajo (en cuanto a proveedor de productos primarios versus exportador de bienes y servicios complejos diferenciados de creciente contenido tecnológico) favorece, o no, la formación de una estructura productiva industrial moderna, eficiente y competitiva, capaz de abrir espacios de rentabilidad y pagar salarios reales crecientes en todo el sistema productivo. Porque, continúa, la forma en que un país se vincula con el resto del mundo a través de lo que produce, importa y exporta, determina que pueda, o no, difundir la tecnología y poner en marcha procesos de largo plazo de acumulación de capital, conocimientos, gestión, organización de recursos, educación, que constituyen la esencia misma del desarrollo económico y social.Luego se pregunta si el agro sólo con todos sus números favorables alcanza para que el país se desarrolle.
2 Respuesta) Ningún país, ninguno, puede crecer y desarrollarse con un proyecto de largo plazo basado en un solo sector. La difusión por los distintos sectores y el complejo entramado que se requiere intra e inter sectores requiere de un desarrollo de la economía en su conjunto. El agro es un sector más, la industria otro y los servicios otro. Los tres son necesarios. Pero no a cualquier costo. De hecho entre 2002 y 2006, sólo en concepto de retenciones al sector primario agrícola, se recaudó 11.000 millones de dólares. El 2007 viene para récord y por lo que llegar a 14 mil millones de dólares no será extraño en apenas 6 ó 7 productos. ¿Y que se hizo con ese dinero? Las transferencias y cuantiosos subsidios no lograron que la industria menos avanzada logre llegar a la frontera para poder competir a nivel mundial. Con ese monto de dinero cualquier sector debería ser el #1 a nivel mundial. Por eso aseguro que se requiere calidad y buenas inversiones, y el mejor asignador de recursos es, fue y será, el mercado, corregidas las fallas que presenta. Querer torcer la historia o digitar a mano alzada qué o quiénes deberían ser los ganadores nunca demostró casos de éxito. Hoy Ferrer propone producir celulares cuando los países verdaderamente desarrollados lo que menos quieren es producirlos. Y así, cada Ministro de Economía y su equipo tendrá sus visiones, mas o menos acertadas, pero que por no estar en la diaria de cada mercado no podrán asignar tan bien los recursos como los empresarios si podrían hacerlo si se le permiten generar expectativas de mediano/largo plazo en un proyecto creíble: instituciones, estabilidad, solvencia fiscal intertemporal, mantenimiento de las reglas de juego, apertura al mundo. Industrias exitosa las hay y en cantidad en el país. Y sin dudas deberíamos tener muchas más. Pero para que estas existan deberíamos nivelar para arriba generando condiciones para que mejoren su productividad en lugar de intentar frenar la competitividad de los sectores ya competitivos y así “nivelar” en un único equilibrio todo el país. Si queremos llegar a ese “equilibrio”, que sea el máximo, no uno intermedio para el cual tendremos que tirar abajo a los que ya funcionan correctamente. La Argentina dual no existe o no debería existir. La propuesta debe ser superadora, no de nivelar para abajo.
3) Ferrer asegura que es indispensable interpretar las actuales tendencias de los mercados y precios internacionales de nuestra producción primaria en el contexto de una estrategia de desarrollo nacional, sustentable y equitativa, de largo plazo.
3 respuesta) Jamás podría decir algo distinto. Sólo que las políticas que yo promovería si me tocara serían muy distintas a las suyas. Buscamos lo mismo, coincidimos en lo que buscamos, pero las herramientas son otras. ¿Me pregunto cómo cuadraría esto en el rompecabezas de Larry?El mismo libro citado del Banco Mundial asegura que lo que importa no es lo que se produce sino que lo importante es cómo se produce. Importa el conocimiento aplicado, la capacidad de innovación, de mejoramiento de procesos, los aspectos organizacionales, etc. Pero se puede producir con todo ello con mucha ineficiencia de gasto si se encara un proceso que apunta justo hacia donde el mundo no va. Por eso es importante saber dónde estamos, qué tenemos, y qué podemos hacer, aunque todavía ni siquiera hayamos empezado. La competitividad tiene que ser genuina para que sea sostenible y sustentable en el tiempo.
Para cerrar les cuento que el profesor comienza su nota hablando de la “teoría” de Prebisch y Singer. No habla ni de Tesis ni de Hipótesis. Cuando yo hablo de Prebisch también digo Teoría y no es casualidad. En Argentina muchos de los hacedores de políticas lo han tomado así, pero más que éstos los grandes profesores (como Ferrer) la enseñan de ese modo. Este pequeño detalle en realidad es muy importante porque induce al alumno a pensarlo de otro modo: Hipótesis vs. Teoría, seguro le darán mayor crédito a la teoría.
Ferrer fue profesor mío. La UBA ha dado y sigue dando excelente profesionales. Pero fundamentalmente le debo agradecer que de una facultad así, con profesores como él, puedan salir alumnos que piensan tan distinto. Eso habla de su grandeza y por eso estaré siempre agradecido.
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