Con algunos días de retraso les comentó que la consultora de Mario Brodersohn, Econométrica,
abrió su blog. Como lector de sus documentos mensuales, estoy seguro que encontraremos posts de fina ciencia económica para entretenernos, se los recomiendo.
Dentro de los primeros post del Blog de la Consultora uno lo escribió Ramiro Castiñeira, un economista de la nueva camada que se las trae. Lo conozco, me crucé en varias oportunidades con él, y como toda charla entre economistas, cada vez que discutimos de economía surgen, al menos, tres visiones distintas en cada uno de los temas.
En su
primer aparición bloguera, Ramiro hizo un muy buen resumen del tipo de cambio real post convertibilidad. No obstante, aprovechando que lo conozco y que sé que las críticas no le caen mal, voy aprovechar para tirar algunos puntos que me hacen ruido.
En el post explica correctamente cómo logró el Gobierno depreciar levemente el TCRM (devaluación es cuando se sale de un tipo de cambio fijo, depreciación es cuando hay tipo de cambio variable) aún en un contexto de fuerte ingreso de divisas. Para ello le otorga fundamental importancia al contexto internacional (caída del dólar, suba del real, bajas tasas de interés), y también remarca nuestra baja tasa de inflación en los primeros años post devaluación. Pero en los últimos meses el dólar dejó de caer y nuestra inflación comenzó a ser un problema, por lo que luego explica cómo el Gobierno actuó para no permitir la apreciación cambiaria.
En su post Ramiro adjudica parte de este logro en "la férrea defensa del tipo de cambio competitivo" a los superávits gemelos que le sirven al gobierno para poder comprar U$S y emitir pesos para luego esterilizar (hoy Rollo escribió algo interesante al respecto).
Mirando hacia el 2007/08, concluye en que Estados Unidos no tiene margen para apreciar mucho más su moneda y Brasil tampoco lo tiene pero para depreciar la suya, por lo que el contexto externo seguiría a favor de nuestro TCRM "competitivo". Sin embargo, acá termina su análisis. No habla de las circunstancias internas que pueden afectar el TCR.
Veamos los punto que me hacen ruido:
1) El superávit fiscal se está reduciendo de manera relevante y se espera que en un año electoral esto sea aún más marcado.
2) El superávit comercial, si bien permanece alto en términos nominales, está disminuyendo también con una tendencia clara.
1+2) "Los pilares del modelo post-convertibilidad" están mostrando síntomas de fatiga.
3) La inflación interna menor a los dos dígitos o levemente por encima del 10% se presenta con fuertes intervenciones en los distintos mercados. Pero ... ¿el día después de mañana? Cuando los acuerdos dejen de ser cumplidos porque ajustan demasiado el zapato o bien sean desactivados desde el mismo Gobierno, la inflación tenderá a subir apreciando el TCR. Los desajustes de precios relativos avalan dicha hipótesis.
Por último y sin dudas menos importante, nada, NUNCA, puede devaluarse más allá del 100%. Si ello sucediera el bien en cuestión pasaría a costar un valor negativo o, lo mismo, nos pagarían para llevarlo. La devaluación del peso no fue del 134% ni del 104%: fue del 67.7% (antes comprabamos 1 dólar con un peso y hoy sólo compramos 0.32 centavos de dólar con el mismo peso)
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